LOS CAMINOS DEL ESPAÑOL

Lec. 4. Presentación

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CARLOS: Lección cuarta: "Monasterios y peregrinos". En nuestra cuarta etapa visitaremos los monasterios de los siglos X y XI, esos centros del saber medieval, en algunos de los cuales escuchamos -en la etapa anterior- los primeros vagidos de la lengua.

Hubo muchos monasterios en los reinos cristianos de la Península Ibérica, aunque fueron pocos los que pueden presumir de haber sido focos de depósito y difusión de la cultura. Una cultura que, hasta ese siglo XI, tenía como referente los viejos modelos visigodos. Las relaciones que el rey Sancho III el Mayor de Navarra sostuvo a principios del siglo XI con monasterios del sur de Francia, marcaron el inicio de unos contactos que, en los cien años siguientes, cambiarían decisivamente el panorama cultural de los reinos cristianos. Será una nueva cultura.

Algunos de los instrumentos de ese cambio fueron: primero, la voluntad firme del hijo y del nieto de ese rey navarro, los reyes Fernando I de León y Alfonso VI de Castilla. Segundo, la llegada de monjes de otros países cristianos de Europa (sobre todo de Francia), monjes que venían a la Península Ibérica con ansias de reforma. Y, en tercer lugar, los peregrinos, que deseaban llegar al lugar del presunto sepulcro del apóstol Santiago en Galicia. Un viaje posible en el siglo XI porque la amenaza islámica se había despejado en el norte peninsular por donde discurría el llamado Camino de Santiago o Camino Francés.

Hacia el año 1090, la orden benedictina de Cluny, con el apoyo de los reyes cristianos, concluye el proceso de adaptación de la regla monástica de San Benito y la aceptación de una nueva liturgia: el llamado rito romano que va a sustituir al antiguo rito hispano. Este cambio litúrgico implicó modificaciones en la arquitectura de las iglesias, ahora con dimensiones más amplias y siguiendo el llamado estilo románico. También los nuevos códices en que se copiaron los textos de la liturgia ya no se escriben en la vieja letra visigoda, sino que van a hacerse en la letra multinacional carolina.

Los monasterios va a conocer, como consecuencia de algunas de estas innovaciones y del apoyo real, un crecimiento material importante que hará que determinadas abadías se conviertan en verdaderos señoríos monásticos.

Vamos a ver en esta etapa cómo algunos monjes utilizaron sus escritos, sobre todo las vidas de santos como instrumento de difusión de sus monasterios respectivos. La geografía monacal de los reinos cristianos del siglo XI y XII será más o menos la siguiente:

en Galicia los monasterios de Samos y Celanova;

en Asturias los de San Pelayo en Oviedo;

en León, monasterio de Sahagún (más o menos por aquí);

en Castilla, los monasterios de Oña, de Arlanza, de Silos (más al sur), de Cardeña y de San Millán (en La Rioja castellanizada de esta parte);

en Navarra, el monasterio de Leire;

en Aragón, el de San Juan de la Peña;

en Cataluña, los monasterios de Ripoll y de San Cugat del Vallés.

Además de los monasterios, hay que destacar, como instrumento difusor de corrientes culturales ultrapirenaicas, el llamado Camino Francés o Camino de Santiago: que, desde varios puntos de los Pirineos y procedente de lugares muy dispares de Europa, recorrían los reinos cristianos... en varios trayectos hasta llegar al destino final, la ciudad de Santiago, en Galicia, donde -según la tradición - se localizaba el sepulcro del Apóstol Santiago.

Esos monasterios, además de organizar el espacio, se dedicarán a la conservación y culto de las reliquias... a velar por la memoria de los difuntos y -y es lo que aquí nos interesa- a escribir obras hagiográficas e históricas que, por tener fines propagandísticos, van a ser redactadas, no en latín -lengua que no entendía la gente llana- sino en el castellano, la lengua que todo el mundo entendía.

Uno de los monjes que hará esta labor con especial dedicación va a ser Gonzalo de Berceo. Lo hará en el monasterio que hemos citado antes de San Millán, que está aquí en la frontera entre Castilla y Navarra.

A él, a Gonzalo de Berceo, y a los monasterios, que tanto hicieron por fijar por escrito la lengua castellana, vamos a dedicar los pasos de esta etapa del "camino".