Carta de Tomoko
Salamanca, 5 de junio de 2001
Querida Elvira:
Creo que ésta será la última carta que te escriba desde esta ciudad. Me voy de aquí dejando parte de mi corazón entre todos mis amigos españoles. Sé que volveré porque nunca podré olvidaros, al igual que no me olvidaré de la belleza de este país. Me costará acostumbrarme a teneros lejos, sobre todo a ti y a Juan.
A propósito de Juan, ¡no te imaginas lo que me hizo! Me dijo que me llamaría; así que me pasé el domingo pendiente del teléfono. Lo cierto es que, aunque la cultura hispana me interese mucho, algunos españoles a veces suelen ser un poco impuntuales e informales. No es por criticar, pero algo de eso hay. El lunes por la mañana le llamé yo, y me dijo que se le había olvidado que teníamos una cita; también me dijo que si yo le hubiera llamado, él no se habría olvidado de la cita. ¿A ti te parece normal?
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