Lec. 10. Entrevista al profesor Rafael Cano
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CARLOS: Tenemos la suerte de contar con la presencia de Rafael Cano... Profesor, buenos días.
PROFESOR CANO: Buenos días...
CARLOS: Concretamente, en este recorrido que estamos haciendo rastreando los orígenes y la evolución de la lengua española en la Edad Media, eh... ¿qué significa en este, en esta trayectoria un texto como el de Fernando de Rojas, como el de La Celestina?
PROFESOR CANO: El texto de la, de La Celestina desde el punto de vista lingüístico es interesantísimo. Y es interesantísimo por muchas razones. En primer lugar, porque con él concluye, se puede decir hm...(además su fecha de publicación es muy significativa: 1499-1500)... en el concluye lo medieval y empieza el nuevo-bueno, empieza o se manifiesta, más claramente- el nuevo mundo humanista, renacentista... Eh..., es un texto en el que confluyen muy diversos tipos de lenguaje: el lenguaje elaborado, retórico del Humanismo de su tiempo hm... y que también recuerda el de otros años antes de, de la Edad Media...en boca de ciertos personajes; el lenguaje de las clases bajas, de Celestina, de los criados... un lenguaje mucho más vivo, eh..., más, más directo; eh... el lenguaje que varía también según las situaciones -el lenguaje en la situación amorosa entre Calisto y Melibea, el lenguaje de la desesperación, del odio... Es decir, es una, o es una obra que reúne algo que la Edad Media no había sabido hacer (era de un tratamiento mucho más, mucho más hm... monótono, a veces, en los estilos...) y es algo que anuncia la, la Modernidad: el que los personajes hablen como son y cómo actúan, y en función de eso se construye eh... el lenguaje de muy diversas formas. Es decir, es de una riqueza impresionante y... de hecho, todavía los lingüistas no hemos agotado todo lo que hay ahí ni lo hemos puesto a la luz.
...Y, después, por otro lado, La Celestina se manifiestan, además, los fenómenos generales de la evolución idiomática que en ese momento se estaba abriendo a lo que llamamos el español clásico, el español del Siglo de Oro, que evidentemente es continuidad respecto del medieval, pero también es ruptura y... y que... y que... en fin, va a seguir evolucionando, no, no hay compartimentos estanco. Pero La Celestina es también, no sólo por, por ella misma como texto, como texto tan particular, sino como muestra y ejemplo de la, de la... convergencia y, a veces incluso del enfrentamiento, en lo sintáctico, en lo léxico, en la grafía que, que tiene que ver con la fonética, del castellano medieval, que en algunos aspectos se mantiene, y de las nuevas... y de los nuevos cambios ya del, del, del nuevo tiempo que están apareciendo.
Sí, hay uno [un cambio fonético], hay uno que es ... además, siempre lo, lo utilizamos, no sólo yo, claro, ya lo hizo don Ramón Menéndez Pidal eh... para ejemplificar, y ejemplificado con La Celestina es uno de los cambios más... notables que separan, además, el castellano medieval del, del Siglo de Oro y ya del moderno... me refiero a la pronunciación o no de la f de fazer, fijo, farina, etc. Es decir... en, en la primera edición de la, La Celestina aún continúa la vieja forma, formas, las viejas formas medievales que, en el fondo, ya en esa época muy probablemente no fuera más que en el vocabulario patrimonial, en el vocabulario ordinario de todos los días, no fuera más que un residuo gráfico... Es decir, probablemente, probablemente ya en esa época, 1490 y..., la década de 1490, que es cuando se compone esta obra y, además, en un entorno como el de Toledo, la gente diría habitualmente jembra, jarina, jixo...
CARLOS: Con una aspiración...
PROFESOR CANO:... con aspiración. Pero, la escritura, con una vieja inercia (la, la escritura siempre es inerte en muchos aspectos...)
CARLOS:... tradicional, je, je...
PROFESOR CANO:... continuaba la f. Sin embargo, en la segunda edición, la segunda edición de La Celestina, consagra lo que unos años antes había hecho ya Antonio de Nebrija en la Gramática: que, como se pronunciaba aspirada, se escribía con h- ("harina", "hijo", "hembra"). Y esto, que Nebrija en 1492 había formulado de una manera muy clara y muy nítida, se manifiesta en la segunda edición de La Celestina que ya emplea estas grafías, que son las que van a quedar después en el idioma. Otra cosa es lo que pasó después con la pronunciación. Más tarde, la mayoría de los hablantes de español dejaron de, de pronunciar esa aspirada (en otras zonas quedó), pero eh... La Celestina... esto es, es además..., ejemplifica bastante bien -creo- lo que dije antes: ese punto en que acaba lo medieval y empieza el español del Siglo Oro... es, es un... este contraste entre las dos ediciones, la más antigua y la posterior de La Celestina, eh... ejemplifica muy, muy bien esa situación.
El eh... autor de La Celestina, como después Cervantes, son maestros -y maestros prodigiosos- en utilizar elementos que, para nosotros, para nuestra intuición, debían de ser realmente existentes en el lenguaje hm... popular, incluso en el más vulgar, en el más soez, en el más ... pero, reelaborarlos en una construcción de diálogos, eh... muy, muy -no quiero decir sofisticada- pero muy, muy bien construida. Es decir, eh... es una imitación parcial de los rasgos de la eh... oralidad, de las formas coloquiales, pero para construir un texto discursivamente muy dirigido eh... y con unas ideas muy claras respecto de lo que los personajes tienen que hacer y decir. Eso no se parece a las conversaciones ordinarias que empiezan y no se sabe muy bien cómo van a acabar... se habla de una cosa, de otra... hay vueltas atrás... no, en los diálogos de La Celestina, como los de Cervantes, no hay eso. Es decir, no es una imitación sin más del, del lenguaje coloquial, pero utiliza muy sabiamente, muy sabiamente, esos elementos para dar impresión de eh... coloquialidad o de oralidad. Es decir, eh... lo que buscan es (y eso forma parte de la retórica de la época) ser creíbles, verosímiles. Es decir, que lo que ellos hacen, saben perfectamente (nosotros lo imaginamos también) que no es la forma de hablar corriente de la gente, pero da esa impresión. Y eso es un artificio hm... que a ellos, a Fernando de Rojas, como después a Cervantes, eh... grandes creadores y conocedores muy bien del lenguaje, pues les salió estupendamente...