Lec. 1. Presentación
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CARLOS: Lección primera: La alborada.
La lengua española, el español, nace de la lengua latina un poco como el día nace de la noche. Ahora bien, ¿cuándo es español y cuándo deja de ser latín? Es una cuestión difícil de precisar.
Los especialistas han identificado una fase intermedia entre esa noche y ese día, una fase a la que han llamado latín vulgar. Una lengua con diversos sustratos ibéricos prelatinos que se hablaban en gran parte de la Península Ibérica en esos siglos que van, aproximadamente, desde el IV o V hasta el s. VIII. En esos tres o cuatro siglos ya se había consumado, primero, la desintegración del Imperio romano; y, después, se había consumado el asentamiento de diversos pueblos de origen germánico en los actuales países del Occidente europeo.
Pues, bien, uno de ellos, uno de esos pueblos llamados los visigodos van a formar la primera unidad política estable en una parte considerable, geográficamente, de la Península Ibérica, y van a fijar la capital en la ciudad de Toledo.
Los visigodos eran un pueblo altamente romanizado cuando llegan a la Península Ibérica, incluso cristianizados, lo cual, tal vez, pudo acelerar el desarrollo del latín vulgar entre la población sometida que vivía en la Península Ibérica. En esa larga alborada de 300 o 400 años del dominio del latín vulgar, la lengua usada por los habitantes de la Iberia romanizada, estaba muy lejos de poder aspirar a un cultivo literario frente a la lengua latina, que era la lengua oficial en el reino visigodo.
Nosotros, en esta primera etapa de este camino -un camino que nos va a llevar a la ciudad romana de Mérida..., en el oeste de la Península Ibérica- y un camino en el que nos va a acompañar una mujer gallega llamada Aetherea, vamos a observar con los ojos de un especialista como el Profesor Juan Gil, esas primeras luces de esta larga alborada que va a conducir al nacimiento de lo que será llamado la lengua española. Una alborada que es el latín vulgar. ¡Vamos a ver esas luces!