LOS CAMINOS DEL ESPAÑOL

Lec. 8. Presentación

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CARLOS: Lección octava: De la India a Castilla. Vimos en la etapa anterior de estos Caminos del Español, que estamos recorriendo, cómo en el s. XIII se puede decir que nace la prosa en castellano, la prosa culta, gracias a la labor impulsora del rey Alfonso X El Sabio. Vimos también, los efectos productivos para la lengua de la convivencia entre gentes de tres religiones... Y es que, y en contra de la impresión que pudiera dar el enfrentamiento secular de cristianos y musulmanes por ganarse el terreno, la larga coexistencia y las frecuentes relaciones, favorecieron influencias que afectaron el desarrollo de la lengua y de la literatura.

En la lengua, esto se aprecia especialmente en los numerosos vocablos de origen árabe, los llamados arabismos, que distinguen al actual español de otras lenguas romances, como el francés, el italiano y el catalán.

En literatura, las influencias árabes se aprecian de forma llamativa en el género narrativo de los cuentos. Estos cuentos eran muchas veces versiones o adaptaciones de apólogos, y relatos de origen muy lejano. Uno de ellos, el de Calila y Dimna, apunta incluso a la India. Y fue precisamente el rey Alfonso X El Sabio (al que encontramos en la etapa anterior) quien ordenó la traducción de ese libro cuando todavía era un príncipe.

Este libro, de Calila e Dimna, es una colección de fábulas indias recogidas por un médico de un rey persa. Naturalmente que el camino desde la India hasta Castilla, aunque era muy largo, por Persia, Mesopotamia, Egipto, el norte de África... se producía todo él dentro del dilatado mundo islámico. Y recordemos que una parte de la Península Ibérica en el s. XIII y XIV era todavía parte de ese mundo islámico.

Castilla, que desde mediados del s. XIII ha acogido en su seno a importantes poblaciones islámicas, con el avance de la Reconquista hasta el valle del Guadalquivir, va a beneficiarse de esas corrientes culturales lejanas, tanto en su lengua como en su literatura.

Pero, bueno, hablando de cuentos, no se puede omitir a una de las dos o tres figuras literarias castellanas más destacadas de este siglo XIV: es Don Juan Manuel, el sobrino del rey Sabio que, precisamente, nació en este castillo que está detrás de mí: el castillo de Escalona, en la provincia de Toledo. Su famoso libro de cuentos, El Conde Lucanor, también llamado Libro de Patronio, simboliza la mezcla, el eclecticismo de la cultura castellana de su siglo: fábulas árabes, vidas de santos, temas de la literatura clásica grecolatina, tradiciones populares castellanas... todo ello servía para buscar el fin didáctico de los 51 cuentos de que consta esta famosa obra de Don Juan Manuel. Amenidad y seriedad parecen ser sus dos pilares. Estamos en Escalona, donde el castillo hoy día es lugar en donde habitan cigüeñas, pero podemos imaginar un lugar muy concurrido en la época de don Juan Manuel.

Pero de don Juan Manuel vamos a pedirle a la profesora María Jesús Lacarra, de la Universidad de Zaragoza, que nos hable con más detalle.