Lec. 8. Texto
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RUMI: Profesora, ¿qué cuento nos recomienda o nos podría leer ahora del Libro del conde Lucanor?
PROF. LACARRA: Yo recomendaría, eh... el mismo cuento que les recomiendo a mis alumnos, eh... españoles y con el que trabajamos en clase. Para mí es la joya del Conde Lucanor, y es el cuento número XI. Es un cuento que ha ejercido tal fascinación entre todos los lectores, que ha habido múltiples escritores, eh... interesados en recrearlo -por ejemplo, Borges, que ha hecho recreaciones del cuento número XI-; y, aun así, sin, sin desdeñar las versiones de Borges, sigo pensando que la versión de don Juan Manuel es la mejor.
RUMI: Pues, por favor...
PROF. LACARRA:
TEXTO E fizo sus cartas de respuesta, ed enviolas al Arzobispo su tio.
Al cabo de tres o cuatro días, llegan otros hombres con nuevas cartas y finalmente le comunican que el tío ha fallecido y, finalmente, le indican que al deán lo han elegido arzobispo;
TEXTO (...) e don Illán dixo que lo faria. Fuéronse para Santiago.
En Santiago se repite la historia porque, tras morar allí un tiempo, llegarán mensajeros del Papa con cartas, indicándole que le han dado el cargo de Obispo de Tolosa y que le ruegan que deje el arzobispado vacante. Don Illán le va a pedir de nuevo esa vacante para su hijo, pero el nuevo arzobispo le va a decir que tiene un tío a quien le va a adjudicar ese cargo. Entonces, ambos, don Illán y el arzobispo se van a desplazar a Tolosa y allí van a vivir dos años. Dos años en que, al final, de ese plazo, nuevos mensajeros del Papa, con nuevas cartas, le van a indicar que lo han nombrado cardenal. Otro desplazamiento, esta vez, de los dos hasta Roma para ejercer el cargo de cardenal y nueva vacante, porque ha quedado vacante el cargo de arzobispo. Don Illán sigue recordando que su hijo no tiene puesto de trabajo -diríamos hoy, ¿no?-. Pero, el cardenal siempre tiene otro pariente a quien, en este caso, adjudica el cargo de arzobispo. Se van juntos don Illán y el cardenal a la corte. Vive allí también un gran tiempo, pero estando allí en la corte papal muere el Papa, y todos los cardenales lo eligen como Papa.
TEXTO (...) e que ternia por muy mal empleado si comiesse su parte de las perdices
Patronio ahora se lo aplicará al conde Lucanor, ¿no?
TEXTO (...) que vos dé tal galardón como el de Anjo a don Illán.