Lec. 2. Entrevista al profesor Federico Corriente
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CARLOS: Estamos en Zaragoza, la Caesaraugusta de los árabes, una ciudad muy importante en el pasado andalusí de la Península Ibérica. El tema que nos ha traído hoy a esta ciudad es el tema de las jarchas. A lo mejor no digo bien la palabra; pero, para eso tenemos la presencia de un especialista de primera línea, quizás la autoridad más importante de este tema, que es el Profesor Federico Corriente, al que saludamos y damos las gracias por recibirnos. Buenas tardes, profesor.
PROFESOR CORRIENTE: Buenas tardes, gracias por la visita...
CARLOS: En primer lugar, profesor, ¿hacemos bien en decir jarchas o hay otra palabra?; y ¿qué son las jarchas?
PROFESOR CORRIENTE: Bueno, realmente no importa demasiado la pronunciación exacta; aunque detrás de esto sí se oculta un, un posicionamiento. Tradicionalmente nos era cómodo decir jarcha, jarchas. En realidad, la forma árabe es jarxa, y plural jaraxat. El si lo castellanizamos o no, depende en qué medida creemos que esto pertenece a la cultura española; y ahí está el... centro de la cuestión. La posición tradicional ha sido creer que estos poemas eran residuos de una lírica pre-islámica conservada por poetas arabófonos, bilingües y folkloristas. Hoy vamos viendo, al conocer mejor estos textos que aunque se use en ellos la lengua romance -no un castellano antiguo: es una lengua hermana del castellano, no antecesora-, aunque se use esta lengua, el ambiente es islámico, la métrica es la árabe, la... el estrofismo no tiene nada que ver con los estrofismos europeos; y, en realidad, esta poesía era la poesía que hacía el pueblo que no podía hacerla en árabe clásico, porque conocía el árabe vulgar o el romance, pero no el árabe clásico y, entonces, se expresaba en romance y producía algo que, naturalmente, pertenece al mundo romance: la lengua es romance. Por supuesto, que hay muchos atavismos culturales romances; pero es realmente una poesía a caballo entre dos culturas: tan romance como árabe; podríamos decir casi islámica, porque, curiosamente, hay jaraxat hebreas, de autores judíos, pero ni una sola de autor cristiano.
CARLOS: Bueno, otra pregunta que tenemos para el profesor es: ¿Cómo fue el hallazgo -me parece que relativamente reciente-, cómo fue el hallazgo de estas, de estas jaraxat, de estas jarchas?
PROFESOR CORRIENTE: Sobre esto hay, hay cierta "novela". En realidad, el primero que le encontró este tipo de poesía fue, nada menos, que Don Marcelino Menéndez y Pelayo, a fines del XIX, estudiando la poesía hebrea de Jehuda Levi. Pero, aunque él y algunos hebraístas, tanto españoles como algún extranjero como Baer, hicieron intentos de interpretación, no se les dio bien y realmente todos nos referimos al descubrimiento de las jaraxat por Stern, el año 42 creo que fue, un famoso artículo publicado en francés en la revista Alandalus, que contenía -creo recordar, veintitantas jaraxat de la serie hebrea- y... pocos años más tarde, García Gómez repitió el hallazgo con... moaxajat, o sea, poemas árabes, la serie árabe que llamamos, ¿eh?, hasta alcanzar un total de unas sesenta, entre unas y otras, que no ha aumentado grandemente posteriormente: las adiciones han sido pocas.