Calatayud. Entrevista con Alberto Montaner. Profesor en la Universidad de Zaragoza. (10) Difusión de la figura del Cid.
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Lo que pasa es que ya el siglo XIV es el siglo final de la épica. En el siglo XV la épica probablemente ya no circula, es sustituida por el romancero. Hay muy poco, hay solamente un romance que de manera indirecta se vincula a la temática del Cantar del Cid. En el romancero se prefirió la temática de las mocedades de Rodrigo, es decir, la juventud, la supuesta juventud del Cid y no la etapa de madurez. Y desde ese punto de vista la transmisión hasta nuestros días es fundamentalmente de lo que es, la parte relativa del Cantar ha dependido fundamentalmente de obras de corte histeriográfico, es decir, la historia de España alfonsí luego una serie de crónicas que se basan en ella, hasta el siglo, bueno, en el siglo de oro se hace alguna obra de teatro que se inspira en los episodios del Cantar a través de las crónicas, no directamente del texto poético, pero durante todo este periodo hasta que Tomás Antonio Sánchez a finales del XVIII, edita otra vez el texto, o sea, edita por primera vez el texto y lo pone de nuevo en circulación básicamente en lo que tiene más éxito es el Cid de las mocedades, que es el, por ejemplo el que circula por Europa primero a través del Cid de Corneil, después de las adaptaciones del romancero hechas por los románticos alemanes etc., y solamente con la edición del texto a finales del XVIII y las sucesivas ediciones que se realizan a lo largo del siglo XIX, empieza otra vez a ser el Cid del Cantar, no el Cid de las mocedades, el que vuelve a primer plano, ¿no? y eso nos llevaría, bueno pues a plantearnos la difusión del Cid, del Cid del Cantar sobre todo en los últimos tiempos.
Versión original
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Versión moderna
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Pregunta:
¿Cuáles son las dos figuras del Cid que se destacan en la historia de literatura?